Querido Diario:

Me levanto para escribir esto en mitad de la noche, envuelto en sudores fríos. Ya no duermo como antes, estoy pasando una mala racha. Desde el golpe de estado de los rojos, todo se me ha hecho cuesta arriba. Primero nos volvimos de Irak; recuerdo que ese día rompí la foto de las Azores que tenía en la mesita de noche, no por rabia, sino como el enamorado que pierde a su amor e intenta alejar sus recuerdos... Luego vino el esperpento ese de las bodas de los maricas, con las calles llenas de bolleras y julandrones aclamando a ZP y al Zerolo, que es más sarasa que Gala. Qué asco, por Dios...

Después, si cabe, todo ha ido todavía peor. Por un lado los catalinos y su dichoso Estatuto. A ver si es verdad que se separan del todo y cuando venga un gobierno decente los invadimos y les cambiamos la Diada por el día de Gloria de los Borbones, que para chulos, los españoles, y más los de Madrid. Hace poco hasta nos hemos rendido a los etarras, que encima de escaparse del 11-M, van a salirse con la suya y van a escindir también las Vascongadas.

Y todo esto ante el silencio infame de la prensa. Normal, con Polanco controlándolo todo, hasta el ABC ha perdido su otrora papel líder en la defensa de España. Wyoming, esa especie de Torquemada invertido, ha vuelto a la televisión pública para lavar el cerebro a todo el que se acerque. Menos mal que nos queda la Cope y que Pedro J. no ceja en su empeño de buscar la verdad. Es un tipo admirable, la verdad, de lo poco sano que queda en este país. Si no hubiera caído en la trampa que le prepararon con la fulana aquella, se habla de que le iban a proponer para santo.

De nuestro bando, mejor ni hablar. Rajoy es un pelele, al que encima torean Gallardón, que es más rojo que ZP, y Piqué, que sé de buena tinta que votó a favor del Estatuto. Pero si hasta Fraga me criticó hace poco... Ay, Don Manuel, con lo que usted ha sido, ¡cuánto daño le ha hecho el sufragio! Por fortuna están Zaplana y Acebes, gente humilde y sencilla que hará ver al pueblo español las correrías de estos leninistas desbocados que quieren entregarle España a Castro y a Chávez. Y ahí está Esperanza, que esa sí que tiene al Gallardón dominado, y cada día está más guapa...